viernes, marzo 14, 2008

Mi fakebook y yo

El aburrimiento lo lleva a uno por caminos intrincados. Un sabiondo profesor universitario decía que si yo ocupara la quinta parte del tiempo que pierdo haciendo estupideces, tendría un futuro esplendoroso, lleno de éxitos, propiedades, almuerzos ejecutivos y demases. Tal vez tenga razón, pero como aún no comprobamos esa parte, lo cierto es que llevo dos días de romance con un facebook que me negaba a abrir sólo porque me parecía terrible tener dos compromisos on-line de que ocuparme. Ya el blog me parece ridiculamente difícil de actualizar y más encima eso de llenar campos de datos personales es como terrorífico, siempre creo que detrás de todo esto está el diablo o el fbi o la gestapo.

Pero bueno, me entregué, siempre me pasan cosas así: resistencias-entregas, entregas-renuncias. Una política medio rasca, así como la teoría de la aguja hipodérmica, causa efecto y ya.

Por qué teorizo?

De aburrida, punto.

La cosa es que armé por fin el facebook, y para mi sorpresa, el mundo entero está metido en eso, por todas partes aparecen conocidos, desconocidos y reconocidos, el amigo del amigo de otro amigo que una vez te encontraste en alguna playa y q te pilla y te ofrece su ciberamistad. Lo que no entiendo es si la idea es mandarse mensajitos, promocionarse, armar una megafiesta u ofrecer servicios profesionales. Lo que me parece notable es que se pueden ver videos, escuchar música, echar la talla, poner fotos, escribir tonteras, huevear a la gente, y todo desde un solo lugar. Es el monopolio del gastar las horas en socializar de una forma algo fome y atemporal. Hoy respondo mensajes de anoche y seguramente mañana retomaré algunas de las charlas de hoy.

El fracaso del momento lo representa mi incapacidad para entender cómo le dedico a alguien una canción, cosa que encuentro tan linda, como de la radio galaxia, que vuelvan los lentos y el festival de la una.

Esas nostalgias taradas que se me pegan.



lunes, marzo 10, 2008

Postres

No me gusta nada de lo que pasa.

Una persona recién llegada a mi trabajo me ha interrogado demasiado. En un principio fui cortés, puse en práctica todo lo aprendido en los casi 4 años que llevo en el submundo trágico donde me empleo como activista de la cultura organizacional. Luego, entré en pánico. No pasé por la fase "2" que supone arrancar cada vez que está cerca, o hacerme la muda, la enferma, la sicótica. Me asustas, por qué me preguntas tanto? no tengo respuestas, en realidad todo lo que te he dicho es de buena crianza, pero no sé, no se nada, de verdad, no me gusta nada de lo que te dije que me gustaba en realidad esa no era yo.

He estado más sola que de costumbre, no me acompañan aquellos que me blindan ante momentos desastrozos como ese, andan de vacaciones o de días administrativos o de permiso de media tarde o medio día. Yo sólo salgo de mi oficina para almorzar, y evito los caminos transitados. Siempre me pregunto cómo es que no me gusta la gente, que no me guste nada, que siempre todo me parezca desastrozo, fome, ridículo. Sólo las cosas que me divierten me parecen notables, y claramente mi trabajo no me divierte. Alguna vez lo hizo, era perfecto, se ajustaba, la gente me parecía graciosa, el lugar tan bonito, lleno de neblinas y cosas de invierno. Pero mutó. O seré yo la del cambio?

Me doy cuenta que con el tiempo la gente se llena de lugares comunes. Ya escribir esto es un lugar común. Debería decir que con el tiempo, la gente se arma un personaje de si mismo, se compone de cosas que quisiera ver en otros, o más bien, que admira de otros, o que "cree" que los otros quieren ver en uno. Habrá algo más fome que una "cena romántica"?. Una cena romántica, con un buen vino, en un restaurant de moda. Qué tiene de entretenido eso? dónde está la diversión?. Tieso. Ninguna gracia. Si es por comer, quiero postres. Tráigame 3 postres y el vino. Si vamos a comer, es por que tenemos mucha hambre y queremos destruir los camarones rebozados en salsa de manzana o algo así, para luego seguir con los postres, y algún trago con ron y algo azul y alguna crema y que no sepamos nunca qué es, entonces salimos del restaurant con ganas de reirnos de lo ridículo de todo lo que nos pasa, y nada de hacerse los lindos, los compuestitos.

Por eso encuentro fomes las citas, porque la gente nunca se deja ver, más bien se vende, como en una reunión de marketing, con un posible cliente, que ojalá le compre el producto, y en el futuro, hagan una fusión estratégica y así puedan dejar de ser una emprendedora pyme para pasar a ser una linda empresa matrimonial.


Cuac.



lunes, marzo 03, 2008

Me he enojado

No sé cómo puede existir gente tan tonta, que crea que porque a mi me gustan los gatos, y de hecho tengo varios, pueda venir a botar a sus propios gatos chicos al jardín de mi casa. La verdad es que estoy indignada con esa situación.

Primero, porque para cualquier persona que tenga al menos UNA mascota, sabrá que es harto sacrificio criarlas, limpiarlas, darles su comida, tenerlos sanos y vacunadas, entonces, entérense!! que yo vivo con cinco gatos y un labrador que RIGEN nuestras vidas, que no podemos salir ni un fin de semana tranquilos, menos de vacaciones, porque ellos quieren TODA la atención del mundo y TODA la comida y la leche del mundo, y además salen DEMASIADO caros porque se comen 30 kilos de comida de gato al mes y 18 de comida de perro; porque la veterinaria no hace el 3x1 del Jumbo y los muy mamones tienen bronquitis crónica; porque hay q darles la pastillita matagusanos y ES MAS DIFICIL QUE LA CRESTA METERLE UNA PASTILLA A UN GATO!

entre otros

pero lo peor, lo peor de todo, es que mis cabras chicas caen en depresión cuando les digo que no podemos quedarnos con ellos, y allá tengo q partir a convencer a algun familiar de quedarse con el gato, tengo q comprometerme a pagarle la esterilización, y luego aguantar los cinco días de llantos y culpas, o bien, plan B, habrá que partir a regalarlos a algún supermercado, o a la feria, o a alguna parte y si no hay suerte, habra que QUEDARSE CON ÉL!.


Como entonces hay gente tan cara de raja que no encuentra nada más fácil que pescar el animalito y dejarlo en mi jardín?.

Ya saben malditos, si están pensando en ir a meterle a alguien el cacho de su(s) gato(s), sepan que debieron haberlo pensado antes y haber estirilizado a su gata, o bien, no haberla tenido nunca.

Por eso digo, entre un idiota que dice "odiar" a los animales, y un tarado dice amarlos, pero que no es capaz de hacerse responsable por ellos, prefiero al primero: son más conscuentes.


Ahora voy a amargarme al cine.


Adiós.



Por cierto, alguien vio "Mi mascota es un monstruo?".